lunes, 19 de mayo de 2014

La MELANCOLIA, de DURERO, según BENAVIDEZ BEDOYA



                                                       Autoretrato


Alfredo Benavídez Bedoya nos hace llegar un pequeño ensayo sobre la obra de Albrecht Durero ( 1471 - 1528 ) "La Melancolía", sobre el propio Durero y sobre el arte en la Edad Media. A continuación lo reproducimos:

“La Melancolía” de Alberto Durero es un grabado a buril sobre cobre realizado a mano por el artista, ya que las xilografía las mandaba a tallar por maestros talladores; que ha intrigado durante siglos a los historiadores. Tiene múltiples lecturas y ángulos de abordaje, su sistema simbólico está anclado en el siglo XVI y en la más remota antigüedad. Al parecer La Melancolía era uno de los cuatro grabados que pensaba realizar el artista, ejemplificando los cuatro humores o personalidades, que creían los antiguos conforman nuestras distintas formas de ser en la vida. Es de señalar que siendo el único que realizó y al ser la Melancolía la elegida, fue sobre ella que Durero evidentemente dirigió su mirada interesada.

Los temperamentos clásicos son: el melancólico, el sanguíneo, el colérico y el flemático. Corresponden en ese orden a los cuatro elementos: la Tierra, el Aire, el Fuego y el Agua. También corresponden a las cuatro estaciones del año, las cuatro horas del día y las cuatro fases de la vida. Niñez, juventud, adultez y ancianidad, aunque en el caso de las fases de la vida hay muchas versiones. La Melancolía sería la Tierra, el Otoño, el atardecer y la vejez. El temperamento sanguíneo sería el Aire, la primavera, la mañana y la juventud. El colérico sería el Fuego, el verano, el mediodía y la madurez. Y el flemático sería el Agua, el invierno, la noche y la ancianidad. Como ven se repite la vejez con la ancianidad, creo que es porque la Niñez era difícil de adjudicar a algún temperamento. Además la niñez no era todavía una etapa de la vida a la cuál conferirle entidad propia. Se lo consideraba al niño un irresponsable a ser corregido, un pequeño adulto sin educación ni consciencia de la vida, recién en el Barroco los adultos comenzarán a valorar esa fase primera de la vida.




El temperamento Melancólico es indolente, somnoliento, ocioso, triste, holgazán y angustiado según se piensa vulgarmente, pero Alberto Durero nos presenta en esta obra a la Melancolía del Artista. La figura pensativa que vemos es una mujer que representa a una Musa, con varios atributos a su alrededor.

 Las Musas, las Gracias y las ninfas y las demás, son siempre mujeres poderosas con togas o túnicas generosas, que dejan adivinar cuerpos bien revolcados en el sexo olímpico, matronas fértiles y gozadoras, muy putonas ellas, muy bellas también. Las Musas incluso han generado tipología arquitectónica, pues Museo proviene de Museiom, templo de las Musas, hijas de Mnemosyne, la Memoria. El Museiom fue creado por Ptolomeo I, sucesor de Alejandro Magno en el año 331 antes de Cristo. El Museiom en realidad era mucho más: era una biblioteca, un laboratorio, un zoológico, un observatorio, un jardín botánico y tenía comodidades para los sabios. Mnemsyne, la memoria, en la cultura romana pasó a llamarse Moneta y en el Templo de Moneta se acuñaba la moneda del Imperio.




Las siete Artes liberales definidas por Mauricio Capella marcaban el horizonte intelectual clásico, eran la Filosofía o Filología, la Gramática, la Dialéctica, la Retórica, la Geometría, la Aritmética, la Astronomía y agregaban a la Armonía y detrás de ella a la Música. Todas las nuevas Artes que se organizaban por saberes y procedimientos, pretendían derivar de las Siete Artes Liberales. En el caso de las Artes Técnicas y entre ellas: la arquitectura, la escultura y la pintura pretendían derivar de la Geometría, teniendo por tanto al intelecto matemático como fuente de legitimidad y soporte teórico y no meramente la destreza manual. Porque los artistas plásticos querían escaparle al artesanato, a la actividad manual impropia de caballeros, dado que en el Renacimiento y de la mano de la noción de genio, la movilidad social de los artistas hacia arriba era ya un hecho.

La siete Artes Liberales de Capella se subsumieron o resumieron en la Edad media en los que se llamó el Trivium y el Cuadrivium, el grado Ternario y el grado Cuaternario que conforman los siete niveles del conocimiento; siempre tomando al siete como el número del orden completo, del período completo o del ciclo completo. El siete suma el Ternario y el cuaternario, el 3 y el 4. Al 3 se lo considera el primer número en tener un principio, un medio y un final, representa la Trinidad y se lo considera por eso fuente primera de toda Bondad.




 Al 4 se lo relaciona a los cuatro elementos (agua, aire, tierra y fuego), con las cuatro estaciones del año, con las cuatro virtudes cardinales, que eran tres: la Justicia, la moderación y la Valentía, hasta que Platón las redefinió en cuatro: Justicia, Prudencia, Fortaleza y Templanza, al 4 también se lo vinculaba a las cuatro clases de seres: ángeles, demonios, criaturas animadas y vegetales y a los cuatro temperamentos, humores o personalidades del hombre ya citados. 

La pirámide de conocimientos y su correlato académico e institucional se fundaron en el Trivium y el cuadrivium y la prueba es que aún hoy se habla en la academia universitaria del grado ternario y cuaternario (grado y posgrado). El Trivium estaba compuesto por la Gramática, la Retórica y la Dialéctica y el Cuadrivium por la Aritmética, la Geometría, la Música y la Astronomía. La Astrología estaba asociada a la Astronomía y la Alquimia ocupaba el lugar que hoy tiene la Ciencia, pero obviamente conformada por saberes ocultistas simbólicamente asociados con pensamientos pitagóricos. (Continuará).

Texto: Alfredo Benavidez Bedoya.



                                                    La Melancolía



La Melancolía coronada de berros. Dibujo al lápiz sobre papel Schoeller Durex de 180 gramos. Tamaño A4. Autor: Alfredo Benavidez Bedoya.

Erwin Panosfsky en su Tesis doctoral dedicada a “La melancolía” nos dice que la guirnalda que ostenta la Melancolía en su frente y la corona toda, es para contrarrestar los efectos de la sequedad melancólica y que se trata de plantas de naturaleza acuática: ranúnculas acuáticas y berros. La ranúncula acuática es una planta que crece en los arroyos y cursos de agua, llamada también cancel de las ninfas o botón de oro. Que lo llamen cancel de las ninfas es curioso, la planta suele cerrar el paso en su profusión lo mismo que el cancel de la iglesia, que es esa estructura de madera que duplica el ingreso, para crear un clima distinto al evitar que los ruidos y el viento entren en la iglesia, también se llama cancel a los separadores o protectores de baja altura que hay dentro de las naves. Las ninfas son entidades propias de los ríos, así como sus hermanas las náyades lo son de los mares. Entre ellas y las Musas y las Artes y las Gracias, me parece que ya tenemos el jardín florido. La flor es blanca con el botón amarillo, es hermosa pero también venenosa. El berro en cambio es muy nutritivo y se lo recomienda en ensaladas por su valores nutrientes e incluso medicinales. En Roma lo consideraban un afrodisíaco, pero como también lo consideraban bueno para la calvicie, y por eso me parece que no sabían justipreciarlo, dada la cantidad de Senadores romanos que se peinaban para adelante para tapar la incipiente pelada. Aunque en el sexo y como es muy buen reconstituyente, después de una ensalada de berros seguro que en el amor carnal se nota, habrá que probarlo.

Formaba parte de la farmacopea de la Edad Media, con berro se tapaban las heridas para su cicatrización y para evitar infecciones. Era buen desintoxicante, por eso lo usaban los druidas y lo cultivaban los monjes. Es obvio que coronar de berros y ranúnculas es algo extraño, normalmente se apela al laurel, al acanto o a la embriagadora vid. Durero corona con plantas nutritivas, acuáticas, medicinales y venenosas. Plantas amigas y plantas enemigas. La intención de Durero de buscar plantas acuáticas, es para Panofsky, el tratar de aliviar la sequedad atribuida al carácter Melancólico, dada su pertenencia a la Tierra y por ser los artistas nacidos y protegidos por el planeta Saturno, según la astrología ilustrada de los humanistas como Marsilio Ficino, quién mudó de Mercurio a Saturno a los mismos atribulados artistas. Saturno, devorador de hijos recluido en la profundidad de la Tierra. Saturno era considerado en la astrología de la época como un planeta seco, y los nacidos bajo su influjo eran viejos, padres, antepasados, huérfanos. Saturno se relaciona con las herencias de todo tipo, con la investigación profunda, la soledad, las cárceles y la memoria, también con el trabajo meticuloso y la paciencia. Aristóteles dice:” Todos los hombres verdaderamente sobresalientes, ya se hayan distinguido en la Filosofía, en la Política, en la Poesía o en las artes, son melancólicos, e incluso algunos al punto de sufrir enfermedades producidas por la bilis negra”. La Bilis negra, en la teoría humoral o de los cuatro humores: bilis negra, flema, bilis y sangre, es la melancolía justamente y por extensión la depresión. Deprimente el diagnóstico psiquiátrico pero ¡como envalentona la categorización de Aristóteles¡.

La vía seca o vía breve o vía de crisol, en la alquimia se diferencia de la vía húmeda, o larga o de matraz. Saturno se representaba en la alquimia como un viejo al que le faltaba una pierna y usaba una guadaña cual muleta. La alquimia al igual que la Astrología eran tan respetadas por la clase dirigente que la iglesia no se atrevía a desafiarlas. Eran sistemas simbólicos que pretendían explicar el mundo y organizarlo o dominarlo. Ambas fueron desplazadas por la ciencia positiva. Voltaire decía que “la superstición es a la religión, lo que la astrología a la astronomía, hijas locas de madres cuerdas”. Tú berro zambullido Corona la hija loca Del padre tullido. A su fiebre moja Y átale el estallido de ansia y congoja de gesto no fallido de genio sin lisonja. Tú berro sumergido Corona la hija loca De la madre cuerda.
(Continuará)

 Verso, texto y dibujo: BB (Continuará)






La Melancolía numérica. La Melancolía 6.
Dibujo a lápiz sobre papel Schoeller Durex de 180 gramos. Tamaño A4.
Autor: Alfredo Benavidez Bedoya.

El pitagorismo está muy presente en la Melancolía y en el pensamiento de todo artista visual, pues la base matemática de la composición es innegable. Bueno, cuando esto se conocía y se lo tomaba en cuenta, aunque no es preciso a veces estudiarlo, basta con haberlo adivinado solo de chico y empezar a dibujar bien desde niño. ¿Qué quiere decir bien? Tengo una respuesta clara pero me la reservo. Pitágoras nació en la isla de Samos entre 580 y el 570 antes de Cristo, se fue a Egipto, donde estudió la geometría y se inició en los ritos egipcios, volvió a los 50 años a su isla y se tuvo que exiliar en Sicilia. Es allí donde sus enseñanzas tuvieron un gran éxito, a su muerte los pitagóricos tomaron el poder en varias ciudades formando la “Liga Crotonense”. Dentro de la confraternidad pitagórica las categorías eran las siguientes: primera categoría para los filósofos matemáticos, segunda categoría para los filósofos políticos sociales o nomotetas y la tercera categoría para los políticos, que eran meros agentes de ejecución de las órdenes y de enlace entre las ciudades. Eran sabios los pitagóricos, los políticos para los mandados.

Las matemáticas entendidas por los pitagóricos no eran las de hoy en día, ante todo concebían dos clases de números: el Número divino, que era un número vinculado con la Idea y era considerado puro y otro número, que era el que conocemos y era considerado el Número científico. Esta diferencia de números da lugar a dos tipos de Aritméticas, a dos disciplinas: la Aritmología, que era la mística del Número y tenía tendencia metafísica, la Aritmética que se ocupa del Número científico abstracto y el Cálculo, que sería nuestra Aritmética que trata sobre los números concretos. La Aritmología fue especulando sobre la presencia del Número en el mundo y a vincularlo con fenómenos naturales, llegando al hermetismo, a la numerología y a la magia numérica, magia que era considerada algo real, en el Egipto que conoció Pitágoras. Los pitagóricos pensaban que el Número era una multitud limitada o una combinación de unidades. Pensaban que el Número Divino, el 1, al partirse en otras unidades daba lugar a los otros números. El mundo al alejarse de la Unidad Primera, la unidad divina, más se hunde en la Materia, más indefinido se vuelve. Es por eso que se busca lo escaso, porque lo escaso está más cerca de la Unidad primera. No se trata de la igualdad entendida ideológicamente. El mundo al seguir partiendo la Unidad primera, va perdiendo calidades, se dirige a la anomia, se transforma en lo indiferenciado. Tiene algo de la Teoría del Big Bang. Nicómaco de Gerasa habla de una multitud limitada, finita, eso nos lleva a pensar que el conjunto de partículas o unidades al volverse completamente iguales entre sí, e iguales a la partícula generadora, se estabilizan al desaparecer la fricción, por eso la partición permanente cesa y el sistema queda en reposo.

En ese momento yo creo que comienza la lenta pero paulatina concentración otra vez, no se repite lo mismo pero la reconstrucción de la Unidad Primera es el objetivo, y después otra vez se vuelve a partir, todo una y otra vez. Lo escaso cuando todo se vuelve indeterminado es algo que conserva más propiedades de la unidad generadora, o sea Dios o el Big Bang. Por eso nos gustan las mujeres hermosas, porque son escasas y tienen algo más que las otras no tienen, si todas fueran hermosas buscaríamos a las feas, a las distintas. Lo feo sería aquello que está más indeterminado o menos determinado por armonías geométricas o propiedades que la Unidad Primera contenía en exceso, por eso el Big Bang, digo. El oro si estuviera tirado por las calles como si fueran piedras vulgares, ni siquiera lo levantaríamos, se aprovecharían sus propiedades físicas y nada más. El verdadero motor de la  lucha de clases, es la existencia de los escaso. Con las monedas igual, la llamada inflación es la partición sistemática de un valor sin respaldo. El dólar americano es escaso para nosotros, por eso se busca si la moneda propia está muy partida, como de hecho se partían las monedas de a cuartos, al traer marcado en su diseño las líneas de golpe para el cortafierro.

Las reflexiones místicas y metafísicas sobre el Número Divino y su multiplicación en el resto de los números, llevó desde la numerología, la magia y otras ocupaciones herméticas, a darle a los números significados asociados con el mundo y sus fenómenos. Me refiero sólo a algunas de estas interpretaciones, ya que hay muchas más:
el cero como todos saben es un invento árabe, los pitagóricos  partían desde la Unidad y retornaban a ella, no conocían el cero, pero al ser incorporado a los sistemas decimales también se lo llenó de significados. Se lo relaciona con la Obra completa del alquimista. Es el contrario, opuesto y reflejo de la unidad, el ser y el no ser, el cero es la forma perfecta, es el huevo como símbolo de lo latente y potencial. El Uno es el símbolo del Ser. La Unidad Primera como principio activo que se fragmenta y origina lo múltiple. El Dos es un opuesto al Uno, un eco, un reflejo, se presenta inmóvil por equidistancia de fuerzas. Es la sombra del Uno, es un número nefasto. El Tres es la síntesis espiritual, la Trinidad, es la resolución del conflicto contrapuesto entre el Uno y el Dos, la resolución del dualismo. Triángulo equilátero con tres puntas: nacimiento, cenit y ocaso. Al cuatro se lo conoce como el símbolo de la Tierra, de sus cuatro estaciones y sus cuatro puntos cardinales, es el número de las realizaciones concretas. El cinco es la Péntada. Es el número de Afrodita, la Diosa de la unión fecundadora, es el número de la armonía, de la salud y la belleza del cuerpo humano. Es la Quinta Esencia, los cuatro puntos cardinales más el Centro. El Pentagrama, los cuatro dedos más el pulgar, la estrella de cinco puntas. El seis aparece en la unión de dos triángulos, es el símbolo del alma humana, el equilibrio de la balanza (como la que aparece en La Melancolía), representa al Hermafrodita, arquetipo de la unión de los opuestos y se lo considera el número de la prueba y la realización al haber sido seis los días de la Creación. El siete es otro Número importante. Se lo considera el Orden completo, el ciclo completo o período consumado. Contiene las seis direcciones del espacio más el Centro (los cuatro puntos cardinales, el arriba, el abajo y el centro de todo). Es la suma de lo ternario más lo cuaternario. Al ocho por su misma configuración gráfica se lo asocia a la serpiente que se muerde la cola, el ouroboros. Por eso representa la regeneración. Esto es posterior a la Grecia clásica porque los griegos no usaban nuestros números, a éstos los representaban con letras de su alfabeto. El nueve vuelve a insistir en el triángulo con la triplicidad de lo que ya es triple. Representa en forma completa al mundo corporal, espiritual e intelectual del Hombre, el nueve es el límite antes del retorno a la unidad. El Diez es el Número de la perfección, y simboliza la totalidad del Universo. Es el Número de la Perfección por sumar dos Péntadas, porque es el retorno a la unidad en los sistemas decimales y porque está generado por la Tetractys (griego), Tetractus (latín) o Tetracto el uso nostro. La Tetracto es la suma de 1+ 2+ 3+ 4+ = 10. 

La Tetracto en la Melancolía va a ser mi aporte personal a la interpretación de este maravilloso grabado.
Texto y dibujo: BB
(Continuará) 




La Melancolía. La Piedra filosofal.
Cartón, cinta de pintor y pasta de modelar.
Autor: BB

La Piedra Filosofal de aspecto extraño y en un escorzo agudo que Durero nos presenta en La Melancolía, es un romboide irregular al ser truncado, pero es regular porque sus lados sin truncar son rombos regulares con sus cuatro lados iguales, lados generados por la unión por la base de dos triángulos equiláteros. 



Al ser su módulo de construcción un triángulo equilátero todo truncamiento produce también triángulos equiláteros, y en el caso que nos ocupa el truncamiento es horizontal y paralelo a la base de los dos triángulos de las pirámides equiláteras, que se unen para hacer el romboide. 


El truncamiento produce además pirámides equiláteras más o menos grandes, según sea donde se realiza el mencionado truncamiento. 
La Tetractus está inscripta en todo el romboide, ese es el aporte personal que yo hago dentro de todo este discurso interpretativo. Ya lo verán demostrado.

Texto y modelos: Alfredo Benavidez Bedoya.
(Continuará)



 
La Melancolía. La Tetractus.

La Tetractus es la relación armónica de los primeros cuatro números cuya suma consecutiva tiene por resultado diez. La Década o decena, la vuelta a la unidad. Es el Número divino porque es modelo incluso para los dioses. Los pitagóricos pensaba que el mundo está constituido por números y por las relaciones entre ellos. La Tetractus está en el juramento pitagórico y también en la Cábala hebrea, pues ésta se originó en el Egipto alejandrino y está impregnada de neopitagorismo y magia egipcia. Los griegos no representaban los números con los signos que usamos nosotros  dado que éstos son arábigos y posteriores, representaban los números con letras del alfabeto griego o con conjuntos de puntos, lo que daba lugar a los Números Figurados. 

Éstos son lo que hacemos nosotros al jugar dibujando con monedas y armar formas regulares sobre la mesa. Los Números figurados son la correspondencia en el espacio de los números concretos, se pueden formar figuras planas simples, figuras compuestas por las simples y con todas ellas también se pueden formar figuras con volumen. O sea poliedros como el que aparece en La Melancolía, poliedro que está formado por triángulos equiláteros, los cuales tienen inscripta la Tetractus, como se puede ver en el estudio del sistema geométrico subyacente en la composición del grabado de Durero.


Lista de los personajes y atributos de la Melancolía:

Mujer alada pensativa. Niño alado escribiendo en una tablilla de cera. El perro compañero de Saturno. Romboide irregular y truncado, representando la Piedra Filosofal. Piedra de molino con su agujero fuera del centro equidistante. Es habitual en un tipo de piedra de molino. Manojo de llaves colgando de la cintura de la Melancolía. Cometa cayendo. Arco iris con los colores primordiales. Dragón llevando la cartela con la palabra Melancolía. Mar. Elemento, el agua, relacionada con el mar mercurial alquímico.

Instrumentos de medición: el reloj de arena y la campana que da las horas, miden el Tiempo que corresponde a Saturno. La balanza que está en equilibrio, si bien se ven los platillos desequilibrados a raíz de la aplicación de la perspectiva lineal con puntos de fuga, mide el peso y es símbolo de la Justicia. El compás y otro artefacto que la Musa tiene en la falda son elementos de precisión. Las herramientas del Carpintero están casi todas, martillo, tenazas, clavos, una tabla, escuadra, cepillo de carpintero y serrucho. No olvidemos que Cristo y su padre eran carpinteros y la escalera es para bajar a Jesús de la Cruz, pero tiene los siete peldaños, que la Alquimia dice que hay que subir para llegar a la Sabiduría o sea a la Piedra Filosofal. 

Otro atributo pitagórico que ya analizaré, es el Tablero Mágico, Tablero de Júpiter o tablero con un sistema determinado de ecuaciones con un único resultado: 34. Caldero con retorta en cocción. Corona de berros y ranúnculas. Aún me falta determinar la especie de jeringa que asoma desde debajo de la falda de la Musa y el objeto que aparece detrás de la esfera. Parece un frasco de perfume o algo de metal, tiene un cilindro unido por una cinta. ¿Alguien sabe de qué se trata?

Texto, análisis compositivo y ficha: Alfredo Benavidez Bedoya.
(Continuará)





El Tablero de Júpiter, la Ménsula Jovis, el Sello de los planetas, el talismán de Júpiter, Juvans Pater, padre joven que encarceló al suyo en el fondo de la tierra, a Saturno que lo quiso devorar y por eso lo destronó. Tal como al padre Saturno se lo habían anticipado y por eso se comía a sus hijos. La Melancolía sueña con el trofeo de la Gran Obra, la Piedra Filosofal que contiene la Tetracto o el Tablero que contiene el siete, 3 + 4 = 7. Según la fórmula de Paracelso, gran alquimista, la Ménsula Jovis debía estar: ”forjada sobre una placa redonda del estaño más puro de Inglaterra. En una de sus caras se estampará la cifra misteriosa del planeta que hace el número 34 y en su reverso se grabará el signo jeroglífico del planeta. 




Con los troqueles se comenzarán a imprimir sobre la placa los signos misteriosos cuando sea favorable la constelación del planeta, entrando la luna en el primer grado del signo de Libra y Júpiter concordando con el Sol”. Los tableros de cuatro columnas son atribuidos a Júpiter, los de ocho a Mercurio, los de siete columnas a Venus, los de cinco a Marte, los de nueve a la Luna y los de seis al Sol. Los siete planetas conocidos entonces eran Venus que representa el cobre, el Sol que representa el oro, Saturno que representa el plomo. Mercurio que representa el mercurio, Júpiter que representa el estaño, la Luna que representa la plata y Marte que representa el hierro. El estaño era muy escaso, los romanos agotaron el español y fue Inglaterra y Checoslovaquia quienes lo suministraron hasta el Renacimiento. Con el estaño aleado al cobre se consigue el bronce, por eso su importancia económica.




El Tablero de la Melancolía es un sistema determinado de ecuaciones con un solo resultado: 34. Todas las columnas suman 34. Todos los cuadrantes suman 34. Las diagonales suman 34, el cuadrante del centro también suma 34. El sistema se pliega sobre sí mismo suma o restando, tiene reversibilidad aritmética y geométrica, esta última muestra las propiedades estereonométricas de los números, o sea las propiedades de los números de producir figuras y poder invadir el espacio. Concepto pitagórico muy antiguo. La figura resultante uniendo con una línea la serie desde el 1 hasta el 16 es la que se puede ver en la ficha, cerrándola en los segmentos: 5- 16 y 1- 12 se consigue la figura que plegada cuatro veces sobre sí misma produce justamente un cuadrado. 

Texto y fichas: Alfredo Benavidez Bedoya.
(Continuará)



La Melancolía, la Tetractus, los siete escalones, el séptimo cajón y las siete pausas del Gran salto de la Obra. El paraguas simboliza la vía húmeda.

Dibujo a lápiz sobre papel Schoeller Durex de 180 gramos. Tamaño A4.
Autor: Alfredo Benavidez Bedoya.

A raíz de haber decidido completar un estudio iniciado hace años sobre el grabado “La Melancolía” de Alberto Durero y para darle un cierre que merezca publicación.

Estoy realizando una serie de dibujos y textos definitivos sobre la melancolía citada.



La Melancolía. Curiosidades biográficas de Alberto Durero.1

“Estudio del ojo izquierdo de Durero y de sus rulos también”. Dibujo a lápiz sobre papel Schoeller Durex de 180 gramos. Tamaño A4. Autor: Alfredo Benavidez Bedoya. La Melancolía. Curiosidades biográficas de Alberto Durero. 1 En el hermoso libro “Nacidos bajo el signo de Saturno” de los excelentes historiadores, el matrimonio Wittkower, ellos cuentan que Durero vivió una vida peculiar, y que incluso salió ileso de varios peligros. Uno fue la furia iconoclasta de los reformistas extremos, que creían que el culto a las imágenes era idólatra y que el oficio de imaginero era despreciable. Los artistas perdieron el noventa por ciento de sus clientes, sobre todo la iglesia papista. Muchos artesanos y artistas emigraron al sur huyendo de la furia iconoclasta. Lutero detuvo los cambios que de religiosos pasaron a sociales con la guerra de los campesinos, al traicionar a los campesinos y a su líder extremista Carlstadt, esta actitud de Lutero arrastró a los pintores como Durero, que no tenían de qué vivir si no se podía representar las figuras y escenas sagradas. Fue luterano moderado, si bien todo indicaría otra cosa ya que tres de sus discípulos fueron parte de los “cinco pintores ateos”, que fueron expulsados de la ciudad de Nüremberg y su tallador de xilografías era extremista y participó en la guerra de los campesinos. Al final de todo, al ser derrotados los campesinos produjo una xilografía lineal (que deberá haber tallado su artesano al cual salvó de la muerte) xilografía que representa un monumento a la victoria sobre los campesinos, que se conserva y que consistía en una columna hecha con herramientas de los campesinos, coronada por uno de ellos sentado sobre una vasija, bien muerto al estar ensartado por la espada de un caballero. Tiene hasta las medidas para llevarlo a tamaño monumental. No era muy de izquierda Durero, bueno, tampoco era papista, como son todos ahora.


Durero y sus mujeres.
Al grabado La Melancolía, Durero parece dedicarlo a su madre que murió en ese año, pero en realidad, los tres buriles más famosos los grabó en 1513 y 1514, y los tres tienen en sus sistemas simbólicos a la Muerte como compañera ineludible y en los tres aparece un perro, el compañero de Saturno, los melancólicos, los artistas y pensadores. La Melancolía es un estado que remite a la vejez y a la muerte, el grabado del Caballero, la Muerte y el Diablo no necesita explicación y en San Esteban en su estudio, la cabeza del santo está en línea con un Cristo crucificado y una calavera. Fueron unos años melancólicos viendo a su madre decaer hasta morir. A las dos de la mañana de ese año de 1514 Alberto le realizó un retrato patético a esa madre ya moribunda.
Durero fue bastante tortuoso y dependiente de sus mujeres, su madre no creo que se haya ocupado mucho de él cuando niño, ya que eran 18 hermanos, si bien quedaron tres vivos solamente; Alberto, su hermano Endres, al cual retrató dos veces y Hans, los últimos dos eran artistas menores. Puede ser que el cariño de los hijos muertos se haya trasladado a los supervivientes dentro del corazón de esa madre tan sufrida y concentrado el mayor afecto en el más dotado, creando entonces tortuosos traumas que nadie pudo analizar, al faltar siglos para que naciera el pequeño Sigmund. Tal vez Alberto, para llegar a su madre desplazó a todos los hermanos con su talento o los fue matando de a uno, hasta llegar a su padre, viejo perro que no lo quería artista, sino como nuevo capitán del taller familiar de orfebrería y que negoció su desastroso casamiento con la gorda avara y mandona de Inés. El padre murió en 1502 y la madre se fue a vivir con Alberto en la casa comprada por los suegros de Alberto. Su madre y su esposa, las dos mujeres de Durero dieron un impulso al comercio de los grabados, dado que en esa época circulaban mucho y en todos los mercados se ofrecían como imágenes accesibles, si bien eran caros pero no tanto como las pinturas. Se sabe que en los mercados de Leipzig y Frankfurt, la madre y su nuera ofrecieron estampas, es más, parece que Durero les trabajaba obediente según la demanda de estampas piadosas, burlescas, con desnudos o de género. Tal vez entre las dos lo tenían dominado y terminó sublimando todo en los estudios matemáticos que emprendió tarde en la vida.
La madre, Bárbara Holfer, cayó gravemente enferma en 1513, estaba medio inválida y ciega además. Cuando murió en 1514, lo hizo sola y encerrada en su habitación, teniendo Durero que forzar la puerta para llegar hasta ella, esa puerta ¿ tenía una tranca o pasador interior o una llave?, es un detalle interesante porque las llaves de algunos grabados parecen ser las mismas. La madre tenía 63 años al morir y Durero 43, o sea que lo tuvo a sus veinte años.
Su esposa fue Agnes Frey, Inés Frey en castizo, era una joven hija de muy buena familia de Nüremberg, por parte de madre su familia tenía derecho a sentarse en el Consejo de la ciudad y su padre era fundidor, constructor de objetos mecánicos e instrumentos musicales, además era arpista y muy rico. Se casaron por arreglo de los padres y sin su íntimo consentimiento en 1494, pero el suegro le dio doscientos florines al novio, con los cuales se escapó a Italia a los cuatro meses de casado, cuando la peste negra azotaba la ciudad de Nüremberg y la sífilis Italia. De la alcoba de Durero nadie habla, no tuvieron hijos, cuando era lo primero que se buscaba sobre todo en familias pudientes que se querían entrelazar, es raro, pudo ser un impedimento físico de alguno, o ninguna o pocas ocasiones de orgasmo espermático. Gracias otra vez a WIttkower, sabemos que en la correspondencia con su mentor intelectual, gurú filosófico, consejero imperial y humanista erudito Willibald Pirckheimer hay varias menciones propias de juerguistas, muy lejos del neoplatonismo que profesaban, como por ejemplo: “hiedes tanto a ramera que lo puedo oler desde aquí” o ésta más reveladora “Recuerdos de mi parte a nuestro Prior. Decidle que ruegue a Dios que me proteja y especialmente del mal francés. Porque no conozco nada que más tema, puesto que lo padece todo el mundo. Muchas personas están muy desfiguradas y mueren por su causa”, el mal francés era la sífilis, Durero temía a la sífilis, cosa que no debería importarle si le era fiel a su amada y reciente esposa.
La sífilis llegó a Europa por Italia y se propagó por toda Europa con una violencia inusitada, violencia que no tiene nada que ver con la actual sífilis, que si bien es peligrosa, no produce los siguiente: “ se les trastornaba el espíritu, aquejaban postración en todo el cuerpo, tenían el rostro de mal color, se les corrompían pronto las partes de la generación (partes genitales), se presentaban pústulas en la frente y a continuación se manifestaba la úlcera en el paladar, luego en el galillo y en los labios, puesto que llegaba hasta el hueso, perdiendo entonces la nariz”. Todo esto llevaba a la muerte, la sífilis fue traída por las tropas de Carlos III en 1494, por eso la llamaron mal francés pero se transformó en epidemia en Italia, en épocas de gran libertinaje. A los 35 años la virulencia de la enfermedad disminuyó pero quedaron muchos incapacitados y sin narices, tal vez de allí las narices postizas y las máscaras venecianas. Todavía se discute si la sífilis vino de América descubierta en 1492 o la llevaron los judíos españoles echados de España y que se instalaron en Italia en el mismo año o los ya mencionados franceses. Eso sí para que se transformara en epidemia se necesitó mucha fornicación y esto de las pestes hay que tomarlo en cuenta en historia del arte, de peste murió el maestro de Durero, Martín Schongauer y el pintor alemán Holbein residiendo en Inglaterra en esta época.
A los cuatro meses, como ya está dicho, Durero dejó a su querida madre y a su amada esposa a merced del flagelo de la Peste negra y se fue a pintar hermosas jóvenes venecianas. Abandonó a su joven esposa y no tuvo hijos, más bien parece que no tuvo sexo, si en el viaje  a Holanda no comían juntos imagínense a la hora de irse a dormir. En realidad de las cuatro veces que viajó, tres de ellas fue corrido por la peste negra y de esas tres, sólo una la llevó a Inés consigo cuando ya era una gorda matrona, pero dejó a su madre anciana y enferma en casa en medio la peste. Fue en 1512 cuando viajaron a Holanda siguiendo al Emperador para que le renovara la pensión que le tenía que pagar el Consejo de Nüremberg. Tal vez Durero tenía el mal francés regalo de sus correrías por Italia y murió de eso y no de la malaria trasmitida por un mosquito una vez que se fue a las corridas a dibujar una ballena varada cerca de Amberes, ballena que se las tomó antes de que llegara el maestro. Dicen que a raíz de esas fiebres el resto de su vida tuvo mala salud. Tal vez la bruja Inés ocultaba la vergüenza familiar ocultando al fornicador en la enorme casa.
Inés fue señalada por muchos personajes como avara, altanera, enemiga de los amigos de Alberto, fea y gorda, pero fue con su dote que se compraron la casa de cuatro plantas y buhardillas para depósito en dos niveles con dos poleas para subir los bultos. Una casa importante cerca de una de las puertas de Nüremberg y de la cual se conserva un preciso dibujo. Tenía en la planta baja la cocina con su tiraje saliendo en diagonal, planta dedicada a los servicios y a la servidumbre, en el primer piso es casi seguro que Durero tenía su estudio, imprenta y talleres, siendo el segundo y el tercero destinado a la familia. La dueña de casa era Inés y hay algunos historiadores que dicen que la Musa de la Melancolía era en realidad ella y esa mirada pensativa pero fuerte sería entonces la Hybris, la Furia femenina, su esposa, el orgullo exagerado cuando se detenta poder, la gorda avara dueña de su casa, con las llaves colgando como sus nalgas o sus otros jamones o sus tetazas pechugonas.
“La bolsa denota riqueza y la llave denota poder” anota Durero según Panofsky, a la Musa de la Melancolía le cuelgan seis llaves y dicen que retrató en ella a su mujer y hay otro grabado del mismo año de 1514, donde se ve a una pareja de aldeanos bailando y que yo elegí como mural para la cabecera de mi cama matrimonial; en ese grabado resulta que si miran bien encontrarán que el campesino está todo harapiento, que se le ven los dedos del pie a través de sus zapatos rotos, tiene un gran agujero en la camisa a la altura del codo y la vaina de su puñal, que es de madera está también rota. En cambio su pareja y presunta esposa, está muy bien vestida y calzada, lleva un pequeño puñal con vaina de metal remachado y sonríe a la cámara empuñando la bolsa llena de oro y las llaves que “denotan poder” que son tres. Esa campesina es la esposa de Durero, ninguna campesina pudo tener tres llaves en esa época, son llaves de entrada a la propiedad, de gabinetes interiores y de baúles, cajas o arcones. Los campesinos tenían sistemas de trancas, los mecanismos de cerrajería de metal eran artefactos todavía de cierta sofisticación.
Al morir Alberto a los 57 años, muy joven para la época, sus hermanos Endres y Hans con la viuda, se repartieron la herencia al no tener Inés y Alberto hijos propios. Se levantaron 7.000 florines de oro, unos doscientos cincuenta mil dólares de hoy en día. La viuda vendió las acuarelas y las matrices de los grabados se deben de haber usado hasta su destrucción, dado que en la época todavía no se numeraba el grabado en tirajes limitados ni se los firmaba a mano. Se colocaba el monograma dentro de la composición, a veces incorporado a la perspectiva.



“El caballo de Durero llevando al melancólico por la vía húmeda”.
 Estudio a mano alzada del caballo que aparece en el buril de 1514, representando al Caballero, acompañado por la Muerte y el Diablo. Ojo que copiar calcando, transfiriendo o proyectando, le quita todo posible aprendizaje a una copia de estudio. Nótese que el caballo está coronado con ranúnculas y berros y que asimismo los lleva atados en la cola. Estas plantas acuáticas también coronan a la Musa pensativa de La melancolía.


La Melancolía. Curiosidades biográficas de A.Durero. 500 AÑOS DE MELANCOLÍA 1514 -2014
Este año se cumplen 500 años de la creación por parte de Durero del grabado de La Melancolía, también se cumplen 500 años de la muerte de su madre a la cual retrató moribunda y es por tanto obvio que la pérdida de ella tuvo que ver con los tres buriles melancólicos de ese año, en los cuales la Muerte merodea. Durero dejó tres veces Nüremberg escapando de la peste, a estudiar o celebrar convenios sobre su pensión. Pero es claro que Durero no quiso cambiar su ciudad por la Corte de Federico el Sabio, Elector de  Sajonia o la Corte del Emperador Maximiliano, resignando un mercado cortesano que hubiera multiplicado sus ingresos diez veces. Se quedó en Núremberg con su madre, y con su situación predominante al ser su mujer una de las 24 familias nobles de la ciudad y cerca de sus padre y hermanos que nunca abandonaron la ciudad.
En realidad el Emperador Maximiliano no tenía con qué pagarle a Durero por sus pinturas y por eso le pidió al Consejo de la ciudad de Nüremberg que eximiera de impuestos a Durero. Cosa que no cayó bien a sus conciudadanos y luego les cayó peor la orden imperial de pagarle de por vida una pensión anual al artista, lo cual cumplían a regañadientes, hasta que el emperador murió y fue reemplazado por Carlos V de Alemania o Carlos I de España, es lo mismo. Entonces los consejeros de la ciudad le dijeron a Durero que el nuevo Emperador debía renovar la pensión, y allá el artista partió detrás de la Corte que daba un Tour de presentación por los vastos dominios heredados. Y para estar a la altura de las circunstancias sociales se la llevó a su odiada esposa, que lo legitimaba al tener matrimonio constituido y ser la ella de noble y antigua familia urbana. Todo para seguir encerrado en Nüremberg. El recluirse, el tener trato formal pero esporádico, en fin, la agorafobia es una característica de los melancólicos.



                           “Dragón llevando al melancólico por la vía húmeda”


La Melancolía.
 Curiosidades biográficas de Alberto Durero. 500 AÑOS DE MELANCOLÍA 1514 -2014

El hecho, perfectamente documentado, de que Durero rechazó a los más grandes mecenas de su tiempo que lo invitaron a ser Pintor de Corte, tuvo como contraparte la libertad de entregarse a sus estudios, pero la necesidad de sostener el nivel de vida al cual estaba acostumbrada su esposa. Si bien a Durero se le encargaron trabajos, la necesidad de una pensión básica era la base de sus otros ingresos. Por eso siguió al Emperador para conseguir que se la renovaran y dejó un diario muy preciso.
A la ida, antes de la renovación, se cuidaba con los gastos y a la vuelta se muestra muy gastador. A la ida, cambiaba un retrato por una cena en casa noble y unos guantes de regalo, cambiaba dibujos y grabados a los posaderos. A veces retrataba y a los modelos no les convencía el resultado para un trueque, tal vez era demasiado realista. Se quejaba que hubo seis que no le dieron nada, no captaba el parecido o lo captaba demasiado bien, no lo sabremos nunca porque los modelos se arrugaron infinitamente. Al Emperador le gustaba el trazo de Alberto Durero y le encargó grabados para hacer conocer su imagen en sus vastos dominios, como aquí hicieron con la figura de Belgrano, realizada en grabado por encargo del Cabildo, para reemplazar a Fernando VII en todas las Salas de Gobierno de las provincias.

El grabado ya se estaba usando en Italia y en toda Europa como medio publicitario y de difusión, ya sea para difundir los valores de la religión o los de las ideologías dominantes, monárquicas o imperiales o burguesas, también se aplicaba a los géneros populares, había grabados cómicos, naipes, grabados científicos o ilustraciones literarias. Incluso la primera escuela de bellas artes abierta para aficionados por Baldinelli, usó un grabado en madera donde cuatro alumnos dibujan y modelan bajo la mirada del profesor Baccio Bandinelli en 1550, el vanidoso la llamaba: “mi Academia” y a él copió Vasari para crear la Academia en Florencia bajo el patronato de Cosme de Medicis. Existe también un buril que representa esta primera escuela taller llamada Academia, que es la institución semilla de la moderna enseñanza artística. El grabado era un medio, ya sea en madera o en metal muy idóneo para dar a conocer las obras de los maestros, en esa época en que se viajaba poco. Los grabados mostraban obras modélicas, famosas e influyentes, también servían para mostrar el “modo” de representar los asuntos religiosos o históricos.
Marcantonio Raimondi abrió un taller de grabado y copiaba las obras de los maestros famosos, estas imágenes eran muy requeridas en Europa. Le copió a Durero la “Vida de la Virgen” y éste se presentó ante las autoridades de Venecia, quienes luego de un juicio prohibieron al grabador copiar sin permiso y lo condenaron a realizar el monograma de Durero, que se analizará más adelante. Marcantonio arregló con Rafael y le pasaba a grabado en madera sus dibujos, estableciendo una pequeña fábrica, con proletarios y todo, dado que el grabado en madera lo realizaban talladores a jornal. Los tirajes eran eternos hasta que resistieran las maderas; como en oriente, donde se usaba el cerezo porque era el que mejor soportaba el agua, al usar ellos tintas al agua y no tintas al aceite como nosotros.

La atracción que ejercía Nüremberg para Durero era tan grande como para rechazar al Príncipe, se llamare como fuera. Nüremberg con su madre adentro, con su dominante y noble esposa de notable familia también adentro, para Durero fue mejor ser cabeza de ratón que cola de león. Al no tener los encargos pictóricos efecto dominó que provocaba la Corte, el grabado como novedosa técnica de difusión les pareció una buena sustitución, su suegro fue entre otras cosas editor, el taller paterno de orfebrería formó a Durero desde niño en los oficios y por todo esto le fue fácil organizar en la casa de su odiada esposa, un taller múltiple propósito. Se rodeó de buenos talladores, aunque extremistas religiosos, y con criterios empresarios editó libros e intentó la multiplicación de la obra de arte a menor precio. Loable empresa que seguimos intentando después de 500 años de sucesivos fracasos. No se numeraban los tirajes y el monograma de Durero con la A conteniendo a la D, se incorporaba en la composición, como en las pinturas, incluso en perspectiva para no romper la ilusión espacial. Además del libro del matrimonio Wittkower recomiendo el libro Goya, Saturno y la Melancolía del nórdico Folke Nordström.








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